En un ingenioso estudio hecho en Johns Hopkins, unos investigadores se ubicaron ellos mimos en las salas de espera de prácticas generales. Disfrazados como pacientes normales, los investigadores observaron los
patrones de respiración de los pacientes reales. Los resultados fueron notables: el 88% de los pacientes tenían algún tipo de respiración traumatizada. No importaba qué tipo de enfermedad ellos estuvieran sufriendo. En otras palabras, patrones de una respiración problemática pudieron ser observados en pacientes que sufrían gripe, dolores gástricos, migraña o dolor de espalda. Las preguntas intrigantes son éstas: Es la enfermedad la que causa disturbios en la respiración? O es un disturbio en la respiración la que produce y/o incrementa la enfermedad?
Desde que muchas formas de enfermedad responden a una corrección en la respiración, es muy probable que una corrección preventiva de la respiración pueda evitar completamente el proceso de enfermedad, en muchos casos. Sólo futuras investigaciones podrán dar una significativa luz a estas posibilidades.
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